Este fin de semana otoñal se celebra en Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana que reúne a Jefes de Estado de la península ibérica y América Latina, sobre la base de los lazos e identidad común que históricamente han unido a estos pueblos.
En las diferentes versiones de la Cumbre se han tratado todo tipo de temas de común interés multilateral y bilateral: inmigración, democracia, desarrollo económico, entre otros.
Este año, está revestida de un nuevo simbolismo.
La sombra de la crisis española se cierne sobre la agenda y los discursos, pero no es la protagonista. Al menos no como tal. El hilo conductor de esta reunión iberoamericana son las oportunidades, enmarcadas en el slogan Una relación renovada.
Es una nueva relación, puesto que en gran medida se han invertido los roles tradicionales: América Latina se perfila como actor de gran importancia, si no protagónica, para ayudar a España a reactivar su economía mejorar su situación actual; y España, por su parte, busca posicionarse como la puerta de entrada y eje vertebrador de las relaciones comerciales entre Europa y Latinoamérica.
Entre los temas puntuales de la agenda se encuentran el desarrollo de las PYMES y el desarrollo de infraestructuras.
No se habla de crisis. Se quiere dibujar oportunidades.
Claramente, las empresas españolas están en busca de nuevos mercados, nuevas salidas, y las economías latinoamericanas, en pleno auge, florecientes y fuertes, representan un objetivo principal y grandes oportunidades para la economía española. Esta Cumbre sirve de escenario para estrechar relaciones y encaminar el proceso de cambio.
Nuestra reflexión es que las empresas que quieran entrar a estos mercados atractivos y posicionar sus marcas, productos y servicios con éxito, se encontrarán ante el reto de desarrollar estrategias fuertes que les permitan posicionar sus marcas adecuadamente en los mercados a los que quieren llegar.
El desembarco de marcas puede significar la adaptación, el cambio, el rebranding, el reposicionamiento o el replanteamiento de las propuestas y promesas de valor. La Estrategia y Creatividad de Marca a emplear dependerá de cada caso concreto y de las particularidades asociadas a los mercados latinoamericanos.
Conocer profundamente los mercados latinoamericanos será un requisito y una clave de éxito para el desembarco y la adaptación de marcas en estos mercados de gran potencial. Las marcas españolas deberán hacer bien la tarea, para triunfar y sacar el mejor provecho de sus inversiones.